Sobrevivir en Silicon Valley

A pesar de estar acogiendo a los gigantes tecnológicos (Google, Netflix, Amazon, Facebook y Apple), los habitantes de San Francisco sobrellevan una situación insostenible en cuanto a sus viviendas.

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Si considerásemos a Silicon Valley un país, sería el segundo más rico del mundo con un PIB per cápita anual de 128.308 dólares. Tanta es su riqueza que el precio de una casa promedio supera el millón de dólares, y el alquiler de un departamento ronda los 3000$.  Según el director ejecutivo del centro de estudios Join Venture Silicon Valley los precios de las viviendas son los más altos de EE. UU. y gran parte de la población a duras penas sufraga estos gastos aun con ayuda del gobierno.

El gran crecimiento económico de la capital tecnológica tiene graves consecuencias para sus vecinos y empleados. Destacamos la creciente desigualdad y la subida de precios de viviendas.

A pesar de que el promedio salarial de Silicon Valley es el doble que la nacional, estos ingresos son muy dispares, y generan una brecha salarial importante entre aquellos que se dedican a la tecnología y el resto de las personas.

Con la subida de los precios de las viviendas, los propios empleados de las empresas tecnológicas prefieren dormir en el coche y arrendar una cama en una caravana.
Para intentar solventar este gran problema que genera muchísimos inconvenientes para las empresas, éstas han decidido invertir millones de dólares en la construcción de viviendas. La necesidad de atraer empleados es lo que les ha obligado a las multinacionales tecnológicas a involucrarse en este problema y tomar estas medidas. Google anunció en junio de este año que destinaría mil millones de dólares a la construcción de estas viviendas. Apple está dispuesto a invertir 2500 millones y empresas como Microsoft ponen de su parte con 500 millones de dólares.




Está más que claro que las empresas han decidido implicarse en este inconveniente por beneficio propio, pero a su vez también saldrá beneficiada los habitantes de San Francisco. Aunque según el senador de California,estas acciones solo son una gota en el océano. En realidad el verdadero reto es planear todo este crecimiento, el aumento del número de empleados y la construcción de estas viviendas. De manera que no solo salgan beneficiados aquellos que trabajan en el sector tecnológico, sino otras personas que ocupan puestos no tan cualificados y con salarios más bajos, como es el caso de cocineros, bomberos o conductores de transporte público.


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