Venta de bombas a Arabia Saudí
La educación que recibimos el día de hoy nos incita a confiar en la
diplomacia y el diálogo para resolver nuestros problemas y evitar, con ello, un
conflicto mayor o guerra. Sin embargo, los intereses económicos en muchas
ocasiones se imponen sobre nuestra moral.
El 25 de marzo de 2015, se considera que comenzó la actual guerra
civil yemení. Sin embargo, esta contienda tiene sus orígenes en 2011,
(época de la Primavera
Árabe ), cuando las constantes manifestaciones en Yemen obligan a su
presidente Ali Abdullah Saleh abandonar el poder tras ejercerlo
durante 33 años. Se le culpaba de corrupción, gobernanza fallida y de no poder
contrarrestar el conflicto con los huzíes (grupo armado del norte del país
cuyos miembros siguen una rama del islam llamada zaidismo). Saleh fue
sustituido por su vicepresidente Abd Rabbu Mansour Hadi.
Rebeldes huzíes. Original aquí. |
Por el otro lado, Irán está apoyando a los huzíes debido a su ideología
chiita. A finales del 2017 los huzíes consolidaron aún más su control tras
asesinar a su aliado y expresidente Ali Abdullah Saleh, y en la actualidad
siguen controlando la mayoría de los centros de población, incluido Saná, la
capital.
El año pasado, tras el asesinato de un periodista disidente saudita, Jamal Khashoggi,
y ante los llamados de la ONU a frenar la crisis humanitaria en Yemen, creció
la presión internacional para que las potencias occidentales suspendieran sus
ventas de armas a Arabia Saudita.
España batió un récord en la venta de armamento a Arabia Saudí el año en que
estalló la guerra de Yemen. Según consta en distintos informes elaborados por
Amnistía Internacional, Intermon Oxfam, Greenpeace y FundiPau (integrantes de
la plataforma Armas Bajo Control), entre enero de 2015 y junio de 2018 se
concedieron licencias a empresas españolas para realizar ventas de material de
defensa a Arabia Saudí por un total de 2.483 millones de euros, mientras
que en ese mismo periodo se realizaron exportaciones por 2.046 millones de
euros. En esas fechas, la coalición liderada por los saudíes realizaba intensos
bombardeos contra Yemen, lo que para entonces ya arrojaba un saldo cercano a
los sesenta mil muertos.
Niño herido por una bomba de racimo. Original aquí. |
España, al igual que otros países exportadores de armamento, fue criticada
por sus contratos de venta de armamento a Arabia Saudí. Pocas semanas después,
el Ministerio de Defensa confirmó una información según la cual se suspendía un
contrato de venta de 400 bombas láser valoradas en 9,2 millones. Sin embargo, pocos días
después dio marcha atrás por temor a que Arabia Saudí pusiese fin a un contrato
multimillonario (1.800 millones
de euros) para la construcción de cinco corbetas en los astilleros gaditanos de
Navantia. Entonces el
Gobierno alegó que no había ninguna irregularidad para suspender el contrato de
venta de las bombas y que tenía que cumplir el contrato firmado por un Gobierno
anterior. España es, actualmente, el cuarto mayor proveedor de armas a Arabia Saudí, y fruto de ello
son los enormes ingresos que recibe.
La pregunta es, ¿a costa de qué? ¿Valen la
vida de miles de inocentes yemeníes esos ingresos? ¿Es en realidad fácil
detener la venta de armas y romper el contrato? ¿Qué consecuencias diplomáticas
acarrearía ese incumplimiento?
Os dejo a continuación artículos de gran interés sobre este tema:
Clarín: Por qué la guerra en Yemen involucra a Irán y Arabia Saudita y lo complica todo.
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